domingo, 27 de noviembre de 2011

EL ASCENSOR DE LA ALHAMBRA


Es cierto que he tenido que ir en coche y que no había ascensor que me llevase, pero también es cierto que la mañana de noviembre era hermosa y que el paseo era más que embriagador.
Itálica sigue siendo un sueño de extraña realidad en la cornisa de Santiponce y la luz de la mañana hacía que todo pareciera aún más irreal.
Itálica, como Baelo Claudia en Cádiz, como Carmona en Sevilla, como la Alcazaba de Almería, como Medina al Zahara, es un Conjunto Arqueológico de los que unen todos los requisitos para convertirse en un espacio patrimonial de incalculable valor además de un núcleo de especial relevancia económica para el entorno.  
Hoy todos sabemos que el patrimonio histórico es indisoluble de la actividad económica que genera a su alrededor. Por eso es tan importante medir con exactitud la repercusión que ese actividad económica tiene sobre el bien patrimonial. Y no es sólo una dimensión cuantificada: mayor o menor presión sobre el bien. Es además la calidad de la oferta turística lo que se ha de dimensionar. El empresario de la hostelería debe realizar también un esfuerzo en su oferta de tal modo que todo el beneficio no sea el resultado único de la explotación del recurso patrimonial. Esa actitud sólo conduce al agotamiento. Nuestras playas saben mucho de eso.
Los restaurantes que hay en torno al Conjunto de Itálica son excepcionales. Buena calidad, buen servicio, buenos precios, atención al cliente y esas cosas que hacen que uno intente siempre volver.
Quizás los restaurantes que viven en el entorno de la Alhambra debieran aprender algo así. Si su calidad fuese igual, su servicio bueno y sus precios sensatos, igual no necesitarían un ascensor para hacer bajar a los turistas de la Alhambra.  
  

sábado, 26 de noviembre de 2011

Matemático

Os propongo un juego matemático. Se trata de plantear un simple juego sin ánimo de obtener conclusiones que pretendan ser científicas. Es, insisto, un juego. La primera parte del juego consistirá en establecer la forma mas simple de eso que en estadística se llama moda. E decir el valor que más se repite en una serie. En este caso, la serie serán los congresos del PSOE, y los valores los delegados a esos congresos. Es muy simple, se cogen los nombres de los delegados en los últimos congresos y se agrupan intentando ver si algunos nombres se repiten una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.....La experiencia se puede repetir en los congresos federales, provinciales, regionales, etc...Luego podemos mezclar los nombres con los que aparven en los comités federales, directores, comisiones ejecutivas regionales, federales, provinciales,etc...Luego intentaremos ver si esos nombres coinciden con cargos electos: diputados, parlamentarios, concejales, diputados provinciales, senadores...y si alguien se le ocurre algún elemento más puede introducirlo en el experimento. Finalmente, una vez hechas las correspondientes sumas y agregaciones, concluiremos si se da o no esa moda que era el objetivo original de nuestro juego matemático. Una vez obtenida una cifra más o menos concluyente, estableceremos una consecuencia lógica de los resultados:la capacidad de renovación, de autocrítica, de corrección, del partido socialista, será inversamente proporcional a la concentración de elementos en la serie. Probad, probad y al fin, comprobaréis que el juego matemático no falla.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

BIPARTIDISMO


la columna

Bipartidismo

Juan Cañavate | Actualizado 24.11.2011 - 01:00

¡CUÁNTA pasión y cuánto amor por la pluralidad, por lo diverso, por los matices y sensibilidades, por la diferencia y lo distinto! Tanta, que me embarga la emoción hasta las lágrimas y me nubla el entendimiento y dudo ya de si la generosa defensa de las minorías de esta campaña, andaba reivindicando más la dispersión que la pluralidad. Y es que, en estos últimos días, no ha habido una sola voz que no haya denunciado con acompañamiento de tambores, trompetas y hasta flautas rocieras, los males y peligros del bipartidismo, ese abismo traicionero y resbaladizo junto al que la sociedad democrática española ha caminado en estos años sin ser consciente del peligro que, al fin, se ha conjurado o exorcizado con la victoria del PP. Porque eso sí, la pata mala del bipartidismo era la izquierda, que de la derecha no he visto yo a nadie hacer tan encendida reivindicación de su fragmentación y que, si era fundamental para salvar la patria que la izquierda fuera partida en mil pedazos, con la derecha no había tal problema y bien podía ir hecha un monomarmolillo único a los elecciones sin que nadie dijese esta boca es mía. Y es que en el PP cabe de todo, pero en la izquierda es mejor que cada uno tenga su cortijillo o caseta de aperos, si me apuran y hasta que, los más de lo más, se queden en su casa discutiendo, con sesuda retórica indignada, la topografía exacta de la pureza y de la ortodoxia izquierdista mientras Rajoy, al fin, pasea su triunfal inanidad por toda España. 

Y no es que piense que no tengan razón, que fugas ha tenido la izquierda en estos años por donde se ha ido escapando el agua del caldero y hasta las esencias y que, cuando Zapatero dijo aquello de que haría las reformas costase lo que costase y se le empezaron a escapar votos por las esquinas, bien podría haber hecho una previsión de gastos ajustada al precio final de la factura y a la calidad del servicio, por si pasaba lo que ha pasado. Y aunque las fugas se expliquen, tampoco es de recibo que, para que IU tenga grupo propio y Cayo Lara pueda reivindicar la alegría del pobre, tenga que sentarse en el gobierno la derecha más feroz de Europa porque, si se tiene en cuenta el precio que ha pagado la izquierda de este país, no parece justificada la alegría del manchego y sus risas suenan un poco extemporáneas, la verdad y que algún apaño tendrá que haber para que el juego no siga repitiéndose y la victoria de unos, no sea la desaparición de los otros y la alegría de los otros, el fracaso de todos.

jueves, 17 de noviembre de 2011

TÉCNICOS Y EXPERTOS


Técnicos y expertos

Juan Cañavate | 

Ados días de acabarse la campaña y mientras Rubalcaba, con argumentos de la vieja izquierda, plantea enfrentarse a los especuladores de la deuda, Cospedal se preocupa de la contestación social que provocarán las medidas que tendrá que tomar en el futuro un Rajoy que, ensimismado como siempre y por lo que pudiera pasar, ha insinuado ya que formará un gobierno de tecnócratas de los que no se meten en política.

Y es que la alegría en la casa del pobre dura poco y, aún con el dulce sabor en los labios de que estas sean las primeras elecciones sin ETA, hemos descubierto con regusto amargo, que son las primeras con mercados o con prima de riesgo y que en cuestiones de campaña, viene a ser lo mismo la bomba de ETA que el aumento del diferencial de la deuda: interferir en el proceso electoral, meter los deditos en los resultados saltándose esa menudencia que se llama democracia.

Ahora los nuevos dinamiteros andan reventando el patio o el parket que es más fino, porque quieren imponer gobiernos "tecnocráticos" como los que Franco impuso cuando sustituyó a los tradicionales matones de los primeros años victoriosos por una nueva casta del régimen a la que la prensa adicta del Movimiento, que era toda, decidió llamar tecnócratas; unos señores del Opus que hacían lo mismo que los otros, pero vestidos con traje y corbata en lugar de camisa azul, que rezaban el rosario en familia y que contaban aquel chiste atribuido al cruel humor del dictador: -yo no me meto en política-.

Parece que alguien, aún no sabemos quién, ha recordado la frase de Franco y ha decidido sustituir la voluntad popular en algunos países, empezando por Grecia y por Italia, por señores con traje que no se meten en política pero que tienen encomendado desmontar el Estado.

En Italia, Monti anda ya diciendo cosas de las que ponen los pelos de punta: que él no está de paso y que las elecciones, mejor en otro momento porque, total: democracia ¿para qué? si se pueden imponer gobiernos subiendo o bajando el diferencial de la deuda como quien tira de la cisterna.

Lo más dramático es que dentro de unos días en este país tendremos que ir a votar y es posible que alguien se cuestione hasta el esfuerzo de hacerlo si la deuda ya está escrita y el futuro también, que la política y que los políticos, ya se sabe, unos inútiles y que para arreglar las cosas, mejor gente que sepa, técnicos, expertos en lo suyo, aunque lo suyo sea a costa de robarnos lo nuestro con su mejor traje. 

viernes, 11 de noviembre de 2011

EL PATIO DE LOS LEONES






Vale, la propuesta ya está sobre la mesa. 
La justificación documental de la propuesta también: los viajeros la describen inicialmente de esta forma antes de que fueran introduciéndose modificaciones en su formalización. desgraciadamente la investigación arqueológica poco puede aportar porque se perdieron los registros de períodos anteriores con las intervenciones que se hicieron cuando el monumento se conservaba sin rigor ni método. 
Ya planteó problemas y dudas en otro tiempo y no se resolvió de forma concluyente la propuesta definitiva.
Ahora hay otros elementos a considerar que deberán estar en el debate: las aportaciones posteriores, la tradición asumida durante estos años,...Todas son legítimas y todas deben estar en un debate sereno, serio y riguroso. 
Ahí es donde hay que incidir, en que el debate sea serio y riguroso así que, por favor, moderación y hasta una apreciable abstención a los inconscientes que ya preparan la artillería para comparar lo incomparable: ¿por qué esto sí y el ascensor no?   
Esperemos disfrutar con ese debate.

jueves, 10 de noviembre de 2011

AGENDAS


Agendas

Juan Cañavate | Actualizado 10.11.2011 - 01:00

EXPLICABA hace unos años el filósofo Xavier Ruber de Ventós que la demostración más evidente de que el futuro es predecible está en que por Navidad siempre hay alguien que te regala una agenda y será por eso que la realidad se conjuga en los tres tiempos del verbo y no hay futuro al que no le corresponda un pasado. Aunque pueda darse el caso de que un pasado tenga varios futuros. Yo, será por lo de la profesión, me suelo dedicar más al pasado, pero reconozco que a veces es algo incómodo y hasta puede llegar a ser un poco impertinente. La izquierda de este país, por ejemplo, tiene un pasado reciente bastante impertinente si uno se acuerda de Miguel Sebastián en el Gobierno de España, de IU en Extremadura o de Julio Bernardo en la Diputación de Granada. Esos, se quiera o no, son pasados que dibujan futuros inciertos y si se aplica esa técnica predictiva que suele llamarse la lógica de la historia, se termina por entender por qué esta Navidad muchas agendas tendrán reservados días en blanco con la esperanza de conseguir alguna cita en algún despacho del predecible gobierno del Partido Popular. 

Así es la lógica de la historia y por eso se puede predecir con tan relativo éxito el futuro, aunque haya cosas más fáciles de adivinar que otras. Por ejemplo, yo les puedo asegurar que en el próximo año, la construcción inmobiliaria, esa maldición bíblica de este país en el último decenio, va a seguir siendo un desastre y el paro va a seguir siendo una tortura y también les puedo predecir que cada uno de los que hoy compiten por organizarnos el futuro, se va a enfrentar al problema de distinta forma y que esa circunstancia introduce una relativa incertidumbre en el predecible futuro. 

Entenderán unos que el camino es el mismo que nos trajo aquí; una lucrativa alianza entre bancos y constructores. Y querrán por ello seguir explotando la ciudad, el suelo y el subsuelo, el patrimonio y el paisaje, lo natural y lo artificial hasta su extenuación y agotamiento y seguirán insistiendo en construir ascensores o tapis roulant a la Alhambra, en ampliar la estación de esquí a costa del parque natural, en explotar las plazas y las calles con más negocios o en desproteger sus barrios históricos para hacer apartamentos. Y lo entenderán convencidos de que el futuro se construye así y que ese es el camino para volver a la opulencia de hace años y entenderán que ahora es el momento para cambiar algunas leyes que vienen desde hace tiempo deteniendo el progreso, un progreso de albañiles y de camareros, su progreso, el de mañana, aunque pasado ya no haya mañana. 

Otros habrá, también lo predigo, que entenderán que la riqueza del futuro son las leyes que defienden la educación y el patrimonio y la sanidad y la solidaridad con los más débiles y harán la suma de los trabajadores de uno sólo de los hospitales de esta ciudad o de los dos o del futuro hospital del Parque Tecnológico y de la riqueza que generan, no sólo en empleo cualificado y estable, sino también en conocimiento, en ciencias aplicadas a la industria, en tecnología, en desarrollo, en calidad de vida y en derechos y también añadirán, predigo, a esa cuenta, el empleo que genera nuestra Universidad o nuestra investigación o nuestra cultura o nuestro patrimonio histórico y pensarán, convencidos, que así se crea el verdadero futuro, el más sólido.

Y es que el pasado no se puede elegir y hasta una parte del futuro tampoco, pero hay otra, la de la relativa incertidumbre, que sí se puede elegir. 

miércoles, 9 de noviembre de 2011

TAPIS ROULANT

El penúltimo capítulo en la lista de "ocurrencias" en torno al ya tristemente famoso ascensor de la Alhambra, lo ha protagonizado nada más y nada menos que el rector magnifico de la Universidad de Granada proponiendo la instalación de un "tapis roulant", uno de esos cacharritos que te trasladan por los aeropuertos a velocidad de silla de ruedas y por los que ves pasar a la gente a tu lado mientras se te pone cara de tonto.
El rector magnífico de la UGR ha perdido una maravillosa ocasión de callarse y de no dejar en evidencia sus manifiestas lagunas en materia de cultura y, sobre todo, de patrimonio histórico.
Hubo un tiempo en que la universidad de Granada era, por seguir dándole vueltas al asunto, un faro en la cultura granadina y casi se podría decir que en la cultura andaluza.
Hubo un tiempo en que había un festival de teatro con Manolo Llanes como director, una programación de cine excepcional con Nacho Mendiguchía como responsable, un aula de música con Enrique Gámez e, incluso una programación estable de exposiciones de arte contemporáneo a la que no calificaré, entre otras cosas, porque era yo el responsable. Andaba de vicerrector Juan José Ruiz Rico y de director del secretariado José García Leal, " Pepe el francés".
De ese tiempo hasta ahora, la universidad de Granada en materia de cultura ha avanzado, salvo excepciones, con mucha velocidad por un camino que conduce directamente hacia el abismo. Incluidas algunas cosas que es mejor no mentar y otras, como la retirada de una exposición de fotografía por amenazas, que es imposible no mentar.
Para colmo, no contenta con el abandono de parte de sus responsabilidades, la Institución mete los dedos donde no debe y además, los mete mal.   

jueves, 3 de noviembre de 2011

LAS TERMÓPILAS

YA me pasó la otra semana que empecé a escribir del otoño y la Mato grossa me fastidió la tarde melancólica y esta semana, pues lo mismo; andaba yo por la suave luz del atardecer en la colina de la Alhambra, cuando Papandreu, del tirón, me ha dejado a medias con la aventura sentimental y de cara al precipicio y esperando el paso al frente del ejercito espartano que salvó a la vieja Europa de la amenaza persa y que ahora se toma la revancha diciendo eso que se suele decir cuando el viaje termina: "pues que ya hemos llegado".

Y es que Papandreu ha debido pensar que lo de emular a Leónidas y autoinmolarse en defensa de la vieja Europa, está muy bien pero que, por lo menos, el entierro de los trescientos lo paguen todos y no sólo los socialistas del PASOK en general y él en particular. Así que su colega Antonis Samaras, el líder de la derecha griega, que se frotaba ya las manos, como se las frota Rajoy aprovechando la factura que la crisis le va a pasar al PSOE, va a tener también que retratarse y decir a las claras si él también está de acuerdo en ponerle una bomba al modelo de estado griego que todos conocíamos desde que Constantino Karamanlis, el Adolfo Suárez macedonio, regresó, allá por los setenta desde el exilio parisino, a un país que todavía olía a cuartel.

Lo más curioso es que el toque de clarín de Papandreu ha pillado con el paso cambiado a más de uno y si en el Bundestag se oyen las voces que pega doña Ángela desde la Cancillería, en el Eliseo ni les cuento y por aquí, en nuestro amado país, mientras Pepiño llora sin consuelo en cuanto ve una esquina en la que apoyarse, a Montoro parece que le ha dado un aire y no hace más que balbucear incoherencias tras los atriles victoriosos de la gaviota y es que, al final, el griego tiene más guasa y cintura de la que se le conocía o, quizás, es que andaba ya el hombre cansado de que lo chuleasen, que no todo el mundo tiene por qué aguantar el abanico de hostias que se iban llevando el buen señor y sus paisanos y que si hay hostias de sobra, pues que por lo menos haya sorteo y no le toquen todas a él, que tampoco es culpa suya que los bancos alemanes y franceses perdiesen el culo por hacerse con dinero fácil en su momento y que ahora no le salgan las cuentas. Lo malo va a ser que cunda el ejemplo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El DEDO EN LA LLAGA

¿Qué conclusiones se podrían obtener de que Grecia finalmente por las presiones de sus socios de la UE no convocase el referendum?
¿Podríamos llegar a pensar que es inútil intentar enfrentarse al poder de los mercados?
¿Podríamos llegar a deducir que los poderosos acaban por dominar a los más débiles y que ni tan siquiera les permiten expresar su voluntad?
Papandreu lo ha dicho esta mañana: es la democracia frente a los mercados y la reacción de los gobernantes, incluido Durao Barroso ha sido de gran violencia. Un nivel de violencia al que no estábamos acostumbrados  entre nuestros gobernantes europeos.
¿Quién seguirá confiando ya en un sistema que es capaz de acabar con la más alta expresión de la voluntad popular, un referendum que debía no decidir, sino expresar lo que el pueblo griego piensa del permanente chantaje al que está sometido.
Lo que ha pasado en Grecia además arroja algo de luz de lo que está pasando en otros países y ¿cómo no? en España también. Ni en España ni en Europa gobierna uno u otro partido, gobiernan los bancos y sus poderes ejecutivos, el FMI, el BCE, la propia CE y sus gobiernos no son sino marionetas de este espectáculo de guiñol.
¿Quién pensara ahora con respeto en el valor de su voto?
¿Quién seguirá creyendo que la expresión de su voluntad tiene algún valor?
¿Quién seguirá pensando que votar a unos o a otros servirá para algo?


En fin. Papandreu ha puesto el dedo en la llaga.