miércoles, 21 de enero de 2015

DIVORCIO PREVISIBLE

El día 5 de diciembre pasado, escribí esta columnilla en el Granada Hoy.
Resulta curioso ver lo predecible que era el asunto.
No la colgué en el blog como en otras ocasiones. 
Ahora lo hago



Divorcio previsible

Mas que complicadas operaciones matemáticas o sesudos análisis políticos, basta con echar un ojo al calendario para concluir en que existen bastantes probabilidades de que al actual gobierno de Susana Díaz en la Junta de Andalucía le queden dos o, como mucho, tres meses de vida.
Y no parece que esta más que predecible crisis sea una cuestión generada por la difícil situación política del país ni por un problema interno del PSOE ni tan siquiera por un grave desencuentro entre los dos partidos que forman el gobierno de coalición en Andalucía, PSOE e IU. Lo cierto es que, a pesar de los malos augurios de un sector bastante cerril de IU y de otro no menos montaraz del PSOE, que sin tapujos ardían en deseos de que la izquierda en Andalucía diese un ejemplo de becerrada racial o marital y acabase a topetazos, la coalición ha funcionado más que bien, o al menos, esa imagen es la que nos ha llegado a los que, aún estando  al margen de los entresijos de la cocina del pastel, hemos podido observar comportamientos no sólo cordiales, sino además leales en estos años de vida en común.
El problema está, más que nada, en que en el mes de mayo hay unas elecciones y no parece lógico que, tal como está el reparto del voto de la izquierda, se pueda mantener hasta esas fechas una imagen de coincidencia de gobierno como el que actualmente funciona en Andalucía.
Aunque ya se sabe que en estos cálculos intervienen siempre factores impredecibles que cuadran poco con las ecuaciones y que le pueden dar la vuelta a todas las probabilidades más posibles o a las posibilidades más probables.
IU, por ejemplo, y aunque aun no sepa si con forma de sopa de letras, agrupación de electores o simple precipitación en fluido, es bastante probable que acuda a esas elecciones a través de GANEMOS , proyecto al que aún no se sabe si se sumará o no PODEMOS. En uno y otro caso, difícil lo tiene IU en ese guiso si, para esas fechas, sigue formando parte del gobierno con el PSOE.  
Garzón, flamante nuevo líder de IU, ya soltó hace unos días un sonoro pildorazo a doña Susana que la presidenta no tardó en responder con contundencia, cerrando de momento los flecos de la controversia. Pero bien digo de momento, porque daba la impresión de que Garzón sólo probaba la capacidad de respuesta del presunto contrincante y que la cosa no había hecho más que empezar. Lo que sí estaría bien, y dado que el matrimonio no ha ido demasiado mal y ha recibido generales parabienes, es que la separación fuera de esas de mutuo acuerdo, cordial, afable y sin trifulcas y que nos ahorraran a todos los que hemos sido invitados un espectáculo de fin de fiesta que nos dejara un amargo sabor de boca. En serio.

Juan Cañavate


viernes, 16 de enero de 2015

Estruturas rígidas y flexibles

Estructuras rígidas y flexibles

JUAN CAÑAVATE | 

NO tengo muy claro si, en el caso que me ocupa, detrás del fondo está la forma o si tiene algo que ver con el asunto, esa imagen casi perfecta que a todo el mundo se le crea en la mente cuando piensa en un triángulo, ya saben, esa cosa inexistente de tres lados, de singular significado y de variada semántica. 

En las escuelas técnicas se enseña, en las primeras clases de cálculo de estructuras, que las suele haber de dos tipos: rígidas y flexibles y las dos tienen sus defensores y detractores que usan, con devoción de conversos, argumentos sólidos y contrastados para justificar su elección. 

De las objetivas necesidades derivadas de las leyes de la física y que suelen ser los argumentos que ponen sobre la mesa arquitectos o ingenieros para elegir unas u otras, el debate sobre las estructuras rígidas o flexibles se ha ido ampliando a otros muchos campos donde suelen darse cita, igualmente, defensores y atacantes. Por ejemplo, en las empresas o en la administración o, incluso en la política, ni que decir tiene que lo que abundan son los defensores de las estructuras flexibles, frente a los que defienden las estructuras rígidas, que vienen a ser los menos y más raros. La verdad es que en estos casos, las estructuras rígidas arrastran mala fama y se reconocen como causa de grandes males, desastres y falta de eficacia. Nadie suele presumir de que su empresa se gestione con rigidez, al contrario, se suele tomar en consideración que las estructuras flexibles tiene más capacidad de adaptarse a las presiones del entorno, reaccionan con facilidad y pueden cambiar con la dúctil maniobrabilidad del superviviente nato. Cambian de forma y aspecto y, con ello, resisten porque se adaptan a lo que venga. Como podrán deducir fácilmente, la política es también un ámbito profesional adecuado para identificarse con las estructuras flexibles. 

Las estructuras rígidas, por el contrario, no se deforman cuando sobre ella se aplican fuerzas, presiones o golpes. Se mantienen, como su propio nombre indica, rígidas, y hasta que no las revientas con un martillazo, siguen siendo igual que cuando se crearon y es curioso constatar que hay quien piensa que son especialmente útiles para algunas cosas. 

Yo, sin ir más lejos, creo que una estructura rígida es especialmente válida para dar soporte a los principios éticos y morales que debieran regir la vida pública. 

No sé si les he contado ya que las estructuras rígidas son triangulares y que el más sólido triángulo que conozco es el que forman tres lados o tres ángulos, me da igual, que son la libertad, la igualdad y la fraternidad. Por eso me duele tanto París y por eso empiezo a sospechar que en la batalla por la defensa de la libertad, quien va a salir realmente perjudicada va a ser la propia libertad y que, al final, los yihadistas van a conseguir parte de sus objetivos. Lo empecé a sospechar al ver en la cabecera de la manifestación de París a gente como Netanyahu o Mariano Rajoy, auténticos paladines de la libertad, de la igualdad, de la fraternidad.