viernes, 26 de septiembre de 2014

LA COLUMNA

Sonados

JUAN CAÑAVATE | ACTUALIZADO 26.09.2014 - 01:00
MÁS que el golpe único, contundente y sonoro, dicen, los que de esto entienden, que suelen ser los repetidos una y otra vez, los que van dañando el cerebro hasta dejar a los boxeadores sonados; un estado de consciencia aturdida que provoca en el sujeto que la sufre una respuesta torpe a los estímulos externos. 

A mi, desde hace algún tiempo, me da la impresión de que así anda la izquierda española, como sonada y más, repito, de la multitud de golpes recibidos en estos últimos tiempos, que de uno sólo y certero que la haya tumbado en la lona. De hecho, aún sigue ahí, recibiendo, aunque empiece a dar muestras de poca capacidad de resistir un par de asaltos más. 

También tengo la impresión de que es posible que, cuando yo me refiero a la izquierda, ustedes no tengan muy claro de lo que hablo, cosa normal en un rostro, otrora firme, que hoy presenta los rasgos deformados, irreconocibles por los golpes, y también, claro está, por el seísmo que ha supuesto en sus señas de identidad la aparición de Podemos. Por aclarar el término, les diré que cuando me refiero a la izquierda, lo hago a la que nació de la transición española, PSOE y PCE, para entendernos, y también para entendernos, me permitirán que no divague en los matices que separan a la IU de hoy, del PCE de ayer. 

Sonados me parecen y dando tumbos y hasta puñetazos que nadie sabe hacia dónde se dirigen y que no terminan de acertar y la verdad es que el PSOE, no lo tenía tan difícil; bastaba con reordenar una organización que arrastra todos los vicios de su relación con el poder desde los ochenta, cambiar de caras y reafirmar sus principios ideológicos con los que siempre se han identificado sus votantes. 

¿A qué viene entonces esta demostración de golpes erráticos de boxeador sonado? ¿A qué esas prisas por alejarse de Podemos o por defender la unidad de España? ¿A qué esa acusación de populismo por parte de un partido que ha jugado más de una vez a la llamada a sus descamisados? Es cierto que Podemos necesita reordenar sus perfiles ideológicos, pero ¿no sería conveniente esperar a ver los resultados de ese proceso? 

El problema es que a IU le viene a pasar algo parecido y si el PSOE improvisa huyendo de Podemos, IU también lo hace echándose en sus brazos y la verdad es que también lo tiene fácil; quizás recuperar resuello y sentarse en la esquina, hasta que suene el gong, para reflexionar sobre algunos errores cometidos y sobre todo, mirarse en un espejo y reconocer que IU no es un organismo sin pasado, que también es heredera y responsable de la transición y que ha gobernado y gobierna en muchos sitios. ¿A qué entonces ese lío que se trae? 

En fin, ya digo, algo sonados.