jueves, 29 de septiembre de 2011

1793

1793

No creo que el término más adecuado para denominar lo que pasó en al año 1793 en Francia, sea el de “golpe de estado” que es el que ha usado la líder del PP de Madrid, doña Esperanza Aguirre, refiriéndose al peligro en el que pueden desembocar las manifestaciones  en apoyo a la educación pública en su comunidad.
Parece que todo vale en la estrategia del PP contra la sanidad y la educación pública, incluso mentir, como ha hecho, por ejemplo, al decir que en Andalucía los profesores impartían 21 horas lectivas, pero comparar las protestas democráticas y pacíficas de alumnos, padres y profesores, con un hipotético Golpe de Estado, aunque fuera en la Francia del siglo XVIII, no es sólo un disparate muy en la línea gestual de la señora Aguirre, es además un claro indicio de la falta de formación de la líder del PP, que habría superado si hubiese estudiado el bachillerato en un centro público de calidad, como los que ahora quiere devaluar en beneficio del negocio privado de la educación. Porque  la señora Aguirre y todo el PP con ella, por ignorancia o porque el intento de ocultar la memoria histórica se les ha ido de las manos y han llegado hasta la Revolución Francesa, han acabado por olvidarse de las más elementales nociones de la historia de Europa.
Es cierto que hubo un golpe de Estado en Francia, pero no fue en el año 93, sino en el año 99, y no lo dieron manifestantes indignados en defensa de lo público, sino Napoleón en el muy famoso 18 Brumario de 1799 que acabaría por entronizarlo como emperador unos años después.
En el año 1793, en Francia, lo que ocurrió fue que se aprobó la primera Constitución republicana en suelo europeo, (los Estados Unidos la habían aprobado unos años antes), y se consolidó el Estado tal como hoy lo conocemos, con división de poderes y sufragio universal incluido. También es verdad que en Francia en el año 93, los que estaban en contra de la constitución, del sufragio universal, de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad, los que defendían, los privilegios de la nobleza y de la iglesia del antiguo régimen, los antepasados ideológicos de la señora Aguirre, en fin, organizaron levantamientos contra la Constitución y contra la asamblea constituyente que desembocaron en la famosa guerra de la Vendeé y no sé si la líder del PP se habrá liado y era a esto a lo que se refería, cuando criticaba con peregrinos argumentos la natural protesta de los profesores, alumnos y padres que han de sufrir su nostalgia absolutista y versallesca.
        



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