Me provoca una cierta desesperanza la actitud frívola y, sobre todo chulesca del Partido Popular; "he dicho 20 horas de trabajo pero me he equivocado", "los de la manifestación eran liberados sindicales", "lo de los 3,5 millones de empleos era un deseo y no un compromiso"...Es cierto que estoy absolutamente indignado con Zapatero y su gestión de la crisis económica, también lo estoy con ese tonto de Sebastián que se atreve a intentar ofender a Felipe González y con otros miembros del gobierno y lo he expresado en numerosas ocasiones, pero lo del PP es más que indignante, es, sencillamente inaceptable. Han convertido la vida política en un permanente ejercicio de tomadura de pelo, de brabuconería y todo con un cinismo exasperante. Que hayan caducado los delitos fiscales de Bárcenas, no quiere decir que no haya cometido un delito fiscal, que el juez haya hecho una interpretación de la Ley, a la que ya nos tienen acostumbrados los señores jueces cuando del Partido Popular se trata, obliga a asumir las decisiones judiciales, pero no resta un ápice de la catadura mafiosa a ese tipo de delincuentes que han manejado las cuentas de las campañas electorales del PP con dinero de la administración a cambio de negocios.
El absoluto convencimiento de que van a ganar las elecciones, cosa de la que hay que repartir la responsabilidad a medias entre Zapatero y su gobierno y la crisis económica, no puede dejarnos sin ánimo para responder a las provocaciones de esta organización que cada vez pone más en evidencia sus auténticos objetivos.
Que Zapatero haya sido lo que ha sido no puede abrirle la puerta de un gobierno, sin más, a una organización que puede dejar a la Italia de Berlusconi a la altura de una zapatilla.
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