miércoles, 14 de septiembre de 2011

HOMO HÁBILIS

la columna

'Homo habilis'

Juan Cañavate | Actualizado 15.09.2011 - 01:00
VUELA vertiginoso y diestro el dedo en la pantalla mientras dibuja en el aire los doscientos o cuatrocientos caracteres necesarios para el mensaje y me deja, más que perplejo, enamorado de la habilidad táctil de la escritora de teléfono en el vagón del metro y vuelve a despertar en mí la conocida suerte de admiración o de envidia, ¿quién sabe?, que suele sentir, casi siempre, el torpe hacia los que han sido bendecidos por el extraño don de la habilidad. Habilidad de escribir en el teléfono a la velocidad del rayo, de cuidar macetas, de hacer souffle de chocolate o de lo que sea, que hay quien piensa que más salto dio el mono hacia el hombre liberando la pinza del pulgar para empezar a coger y hacer cositas medio bien hechas, que reordenando el cerebro o el alma, como dice Manuel Rivas, con el hueco o con el hueso del esfenoides. Que con este, le creció el cerebro y se hizo sapiens, sapiens, pero con el otro dejo de colgarse de los árboles y se hizo hábilis que es como suele empezar todo; que si tallo una piedra, que si le ato un palo, que si ya tengo un hacha o una azagaya y es también como suele acabar todo; que la mía es más larga y que si no, te endiño con la piedra, con el palo y con la lanza y que a eso le llamamos civilización que es que, al final, acabe ganando siempre el que la tiene más larga, porque la nuestra es más una civilización de hábilis que de sapiens, sapiens.

Los hábilis se caracterizan, sobre todo, porque saben usar instrumentos para conseguir lo que quieren; empiezan por meter un palito en el hueco de un árbol para sacar el gusanito o la larvita y almorzar tranquilos y acaban como Arenas, que sabe que los ayuntamientos no están para resolverle los problemas a los ciudadanos, sino para usarlos como armas de guerra contra la Junta de Andalucía o contra Griñán hasta la victoria final y es que este hombre es como el homo ergaster ese que debió andar por Orce hace 1,3 o 1,5, que es como dicen los de Cultura lo de un millón y medio de años y que hacía herramientas de combate de cualquier cosa que se le ponía a tiro; un bolo o un ayuntamiento, y es que la verdad por más vueltas que le damos, el pliopleistoceno está de moda y la historia sigue siendo la misma y tal como va pintando, sigue estando más en manos de los habilis que de los sapiens sapiens.

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