Y a pesar de todo, del calor y de los ruidos y de la distancia, del no saber qué hacer a media tarde, amo profundamente las sombras del verano.
Las celosías, las persianas bajadas, los patios en penumbra, los veladores tardíos con sabor a horchata y a juegos de parchís.
Amo el fresco rumor del agua en las acequias y esa lagartija pequeña que moja su larga cola en la alberca de agua verde y fría.
A pesar de todo sigo enamorado de las largas noches de verbena y del sabor a sal en esas pieles cálidas, dulces y furtivas de mi adolescencia. .
Las celosías, las persianas bajadas, los patios en penumbra, los veladores tardíos con sabor a horchata y a juegos de parchís.
Amo el fresco rumor del agua en las acequias y esa lagartija pequeña que moja su larga cola en la alberca de agua verde y fría.
A pesar de todo sigo enamorado de las largas noches de verbena y del sabor a sal en esas pieles cálidas, dulces y furtivas de mi adolescencia. .
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