SE MUEVE

El rechazo del parlamentario andaluz y alcalde eterno de Marinaleda, Sánchez Gordillo al acuerdo de PSOE e IU para evitar que se produzcan acumulación de cargos públicos e impedir que alcaldes sean, además, parlamentarios, me ha hecho recordar cuando se descubrió que este político cobraba dos sueldos; el de alcalde y el de maestro y ante la denuncia consiguiente, el ejemplar ciudadano dijo que él no se ocupaba de las cosas del dinero en su casa. Es curioso que un activo militante del Sindicato de Obreros del Campo no notase en su cuenta corriente que cobraba dos sueldos, aunque imagino que en la actualidad cobrará uno solo y habrá renunciado al de alcalde de su pueblo o al de parlamentario.
Lo cierto es que este personaje y su cufía, se han hecho famosos en el parlamento andaluz por la manifiesta frivolidad y demagogia con la que hace su trabajo de portavoz de IU en materia de salud, para vergüenza de propios y extraños y es que, al margen de su discurso político populista y ramplón, es ciertamente difícil hacer bien  dos trabajos que exigen seriedad y rigor y el resultado suele, o puede, ser el que magníficamente ejemplifica el alcalde de Marinaleda y parlamentario andaluz de IU por la provincia de Sevilla.
Lo cierto es que el acuerdo es sano y avanza por el camino de la regeneración democrática que la izquierda y la sociedad andaluza está exigiendo a sus representantes, como lo es igualmente que se hagan públicas  las declaraciones de la renta de los diputados y diputadas, mal que le pese a Arenas que nos enteremos que gana 150.000 euros al año, cerca de 25 millones de las antiguas pesetas sin contar, claro, lo que gana su consorte.
Si a este acuerdo se añaden algunas cosas más que se van viendo en la vida pública andaluza, lo cierto es que se empieza a tener la agradable sensación de que algo se mueve con la más agradable sensación aún de que el movimiento avance con acuerdos concretos de la izquierda. Con el rechazo, eso sí, de Arenas y Gordillo.