domingo, 15 de mayo de 2011

UN PAÍS DE CAMAREROS

Las noticias aparecidas en la última semana en relación a la marcha de la economía española, sitúan un crecimiento de la economía de del último trimestre expresado en un crecimiento del PIB del 0,3 %.
Una mejor noticia que el 0,2 que había calculado por su parte el banco de España.
En realidad la información no va mucho más allá que mantenerse en el crecimiento previsto para todo el año, décima más o menos y que ciertamente no puede identificarse con algo distinto a lo que todos percibimos de una situación de la economía española como para echarse a llorar.
Sin embargo, el dato estadístico encierra además realidades más crueles para los españoles que las que se desprenden del pequeño incremento.
Una de ellas es la confirmación de que las tasas de paro se mantendrán por encima del 20% durante al menos un par de años más, pero no es sólo eso, además el crecimiento se ha situado en el 0,3 gracias a que los datos de la balanza exterior han conseguido superar las tasas negativas del consumo interno y que dentro de esa balanza exterior se contabiliza el gasto derivado del turismo.
Si a eso le añadimos que la tasa de inflación en nuestro país anda, más o menos desbocada y puede acabar en torno a un 5/6 por ciento, la imagen fija de la situación se puede resumir de la siguiente manera.
Un país cada vez más empobrecido y caro donde vendrán a veranear alemanes y franceses, el famoso país de camareros que ya vaticinara Kissinger y que se parecerá bastante a Túnez en su modelo económico.
Lo cierto es que el crecimiento del 1% en Francia y del 1,5% en Alemania, además de la crisis generada en el turismo norteafricano, son los responsables de que el dato haya sido más o menos positivo en este trimestre y lo cierto es que 30 años, hemos llegado más o menos a donde estábamos: felicidades a todos.

     

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