La discriminación es discriminación aquí y en Pekín, pero es más sangrante la que discrimina a los autóctonos frente a los foráneos. En algunas playas de países subdesarrollados prohíben el acceso y bañarse a los nativos en las playas reservadas a los turistas.
Hay alambradas, cámaras, vigilantes, policías para evitar que los autóctonos molesten el negocio montado por los empresarios hoteleros.
Ahora en Granada en el Albaicín pasa igual. Los taxistas no pueden acceder para dar servicio a los vecinos, pero si demuestran que es un taxi de turistas para los hoteles, sí que pueden acceder.Hemos vuelto a la época colonial. Es fantástico el retroceso en el tiempo que nos ha conseguido el alcalde de Granada y su equipo de gobierno del Partido Popular.
Por esta "la calle más bonita de Europa" efectivamente pueden pasar turistas con sus vehículos particulares o taxis para llevarlos a su hotel o guiarlos, padres (unos 740) y autobuses que llevan los niños del Ave María, invitados a bodas en las iglesias de la zona, por supuesto autoridades y políticos con sus coches oficiales, el "carrito electrico" en ambos sentidos (esperemos que no entre nunca una emergencia cuando viene en dirección contraria).... y efectivamente los únicos que no tenemos acceso somos los vecinos.
ResponderEliminarAh sí, y de 23:00 a 7:00 todos los días se puede pasar libremente...
Bonita peatonalizacion !