sábado, 4 de junio de 2011

RAJOY: ESE PELIGRO

El comportamiento de Mariano Rajoy en la última semana ha sido una interesante ilustración  del modelo con el que nos podemos encontrar en caso de que, en el futuro, pudiese ganar las elecciones.
Lo  más  significativo ha sido su actitud ante el colapso generado por el brazo armado del PP de Aguirre en la CEOE en las negociaciones sobre los convenios; no es sólo lo gratuito del gesto cínico de hacer responsable al gobierno del boicot organizado por Aguirre, es sobre todo, la irresponsabilidad de bendecir ese fracaso que puede generar graves problemas en el funcionamiento del aparato productivo, por entender que le viene bien en su estrategia de desgaste del gobierno. Lo cierto es que desde esa  miserable perspectiva, no está mal pensado; se hace fracasar la negociación, se fuerza a intervenir al gobierno y se convierte, de este modo en responsable, ante todos los agentes sociales, de los problemas que estén por llegar. Así, si se dificultan los convenios sectoriales, el gobierno tendrá la culpa.
Tampoco he visto al que ya se ve como presidente del gobierno muy activo con la crisis de las hortalizas españolas. Lo cierto es que la señora Angela Merckel es compañera de su partido en Europa y quizás así, entre camaradas, podría haber hecho una llamada de teléfono o algo parecido. Incluso repetir la visita que hizo hace unos meses para constatar que la economía española iba bien. No es que con ello fuese a  solucionar el problema, era simplemente evidenciar una actitud de implicación en la resolución del mismo. Pero ahí es donde parece que Rajoy falla estrepitosamente, en la capacidad de implicarse en la resolución de problemas que afectan a este país. Antes prefiere que cualquier crisis, sea la económica general o la de los pepinos, pase factura al gobierno que intentar aportar algo para solucionar algún problema. El señor Rajoy no quiere comprometerse en nada que pueda solucionar algún problema de España y que pueda dulcificar la imagen de catástrofe que él quiere generar en España. Para eso, lo mejor es que la catástrofe sea una realidad y si el PP puede echar una manita, mejor que mejor. Los futuros votos que le llevarán a la presidencia del gobierno se alimentan del dolor de los españoles. Eso cree él.
Por eso Aznar  pone en duda la solvencia de la deuda española y su partido extiende el pánico en Castilla- la Mancha con informaciones falsas sobre la situación económica de la Comunidad que, por supuesto, no se extienden ni a Valencia ni a otros lugares donde, como en Madrid, la sanidad privada, la enseñanza privada,.. se han ido configurando como los grandes receptores del gasto público.
La izquierda española tiene menos de un año para parar este proyecto que empieza a perfilarse como  un auténtico peligro para la sociedad. Aunque para ello tenga que empezar a sacrificar a la manada de elefantes que pueblan sus estructuras de poder. El caso de Almería es significativo. Martín Soler y Asensio han sido dos elementos dedicados, durante años, a destruir la poca organización que tenía la izquierda. Han ido perdiendo elección tras elección, han pactado con elementos más que sospechosos para mantener poder en la Diputación, y aún pregunta alguien que por qué se pierden las elecciones.
En IU ocurre otro tanto, gente valiosa se va quedando en el camino mientras aparecen personajillos que a lo más que aspiran es a una delegación en una diputación provincial o una concejalía en un ayuntamiento. Ese no es el camino.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario