Hace un par de días, creo, escribí un post en un hilo de "imagina Granada" en el que decía algunas cosas que, al parecer no son verdad. La primera es que Bici Escuela es una asociación que está en contra de los carriles bicis y la segunda que escribí es que le da la razón al ayuntamiento en su política antibici. La primera afirmación la he sacado de sus propios documentos y la segunda de los medios de comunicación en los que incluso llegué a leer una entrevista a la señora concejala de tráfico en la que se congratulaba de la coincidencia de acuerdos con la asociación y la utilizaba como referente de sus argumentos antibici en Granada. Hechas estas afirmaciones planteaba una duda, la de que " La verdad es que no se qué puede aportar al uso de la bicicleta en Granada" la citada asociación que tanto coincidía en sus objetivos con la señora concejala. Defendía igualmente en mi post los carriles bicis con el argumento de que durante muchos años he vivido en una ciudad ( Sevilla) que dispone de un largo recorrido de ellos y terminaba mi reflexión diciendo que los carriles bicis aportan seguridad al ciclista, al peatón y hasta a los conductores de coches y que me parecían un sistema adecuado para ordenar el tráfico ciclista del que hago uso desde hace más de veinte años. Detrás de ese post, he recibido la mayor colección de insultos e improperios que me han llegado en mi vida, que ya es algo larga, incluida una velada insinuación de una señora acerca de mis intereses comerciales o mercantiles para vender carriles bici. El resto, puede consultarse en el hilo, pero pongo un pequeño ejemplo: "Y es que no estamos solos, tu ansia de ser marginado está más que obsoleto y superado.... Es curioso cómo después de 20 años todavía siga vivo..... Yo cada día observo restos de sangre ciclista en cualquier esquina de la ciudad, pero sobre todo sangre fresca de un recién atropellado... los conductores de coche son unos auténticos asesinos que salen de sus casas deseosos de encontrar a un ciclista a quien rebentar los sesos." Perdonen la "b" de reventar pero he hecho un cut. Detrás de esa intervención más dirigida a hacerme callar que a otra cosa, he seguido recibiendo comentarios en términos parecidos. Uno de ellos me invitaba incluso a sentirme avergonzado por compartir ideario con Hitler "Revisa el discurso de Hitler en las olimpiadas de 1936 alabando las grandezas de los carriles bici alemanes gracias a los cuales los coches tendrían libre el paso. Mira que coincidir en algo con Hitler.... a mi me daría vergüenza." Y lindezas parecidas que prefiero ir callando. Sin embargo, al margen de los exabruptos, hay algo que me llama la atención y no es la defensa de las posiciones que esta asociación ha expresado en coincidencia con el gobierno municipal, sino la virulencia de la crítica a la opinión de otros en un lugar, un muro, que me parece que no es ni tan siquiera de su propiedad. O quizás sí. Pero ¿Por qué esa violencia? por qué esa necesidad de callarme? Por qué ese afán de exterminar a alguien que hable cosas distintas?. Dándole vueltas al asunto llego esta tarde a un documento en el que la citada asociación pide a la señora concejala de tráfico que la asociación se convierte en los interlocutores oficiales en materia de bicicletas y me pregunto si no estará ahí la clave del asunto y de la encendida respuesta a que alguien, que no en exclusiva ellos, hable de circular en bicis. Suele ocurrir en nuestra ciudad; mejor hablar con alguien que interpreta el sentir de todos y así no hay que hablar con todos. Ocurre en el Albaicín, donde la asociación habla en nombre de todos los vecinos, ocurre en el Sacromonte, ocurre siempre. Los procesos democráticos de estas asociaciones son incuestionables; nos juntamos unos pocos y a cualquiera que hable, opine, diga algo al margen del sagrado interlocutor oficial le cortamos la cabeza. Pues verán, va a ser que no. Lamento que el espacio de este esperpento haya sido en ese muro de Imagina Granada, un proyecto que respeto, por ahora, claro, pero yo que llevo mucho tiempo montando en bici y jugándome la vida con mis 58 años por la Gran Vía o por Reyes Católicos o por el Paseo de los Tristes, voy a seguir hablando sin que ustedes ni el colegio de arquitectos, estructura corporativa, donde las haya, la Asociación bici escuela o quien esa, me represente o actúe de interlocutor.
Se les llama columnas por la forma que adquieren en la página de un periódico, pero también son la forma que toman nuestras opiniones cuando se convierten en soporte de nuestra vida cotidiana.
miércoles, 25 de febrero de 2015
viernes, 13 de febrero de 2015
llaves inglesas
LA COLUMNA
JUAN CAÑAVATE | ACTUALIZADO 13.02.2015 - 01:00
Llaves inglesas
EL célebre autor norteamericano de novela negra Dashiell Hammett supo describir la resuelta capacidad de resistencia contra el sistema de uno de sus personajes en una frase adecuada al Chicago de la época. "No quería cambiar el mundo, sólo meter una llave inglesa en los engranajes del sistema" y la verdad es que, viendo cómo se van desarrollando los acontecimientos en estos últimos días, empiezo a tener la sensación de que todo el mundo se ha puesto de acuerdo en emular al destructivo mecánico para ir metiendo llaves inglesas en cualquier máquina de las que, más o menos, han venido funcionando en estos años, en estos largos años a los que ha ido dando forma, queramos o no, eso a lo que se suele llamar la Transición.
Allá por el año 73, un enviado malagueño de Alfonso Guerra, a la sazón y en el momento, omnipotente secretario de organización del PSOE, desmontó, guillotina en mano, la estructura del partido en la provincia de Granada por un quítame allá esas pajas en lo que a ordeno y mando se trataba y, tras el duro ejercicio de disciplina revolucionaria, tan de la época, hubo de pasar más de un año, en plena clandestinidad, para que el partido volviese a tener trece o catorce militantes de los que hoy, la verdad, quedan pocos. Esa historia, lógicamente, no la recuerdan más que los pocos supervivientes de aquel pequeño grupo que también recuerdan que, con el tiempo y con las nuevas formas más abiertas y democráticas que vinieron con la crisis del régimen y la llegada de las libertades, aquellas costumbres un poco caníbales de guillotinar oponentes pasaron al olvido.
Por eso, porque la Transición enseñó que se podían hacer las cosas con relativa elegancia y sin dejarlo todo perdido, la decisión de Pedro Sánchez de desmantelar la dirección del PSOE de la Comunidad de Madrid y cobrarse la cabeza de Tomás Gómez sin causa aparente que lo justifique, salvo algunas poco convincentes excusas, sabe y huele, no a batalla política, sino a llave inglesa en medio de una máquina que venía funcionando, con algunos achaques, pero funcionando. Y suena, además, a algo que está más allá de la simple eliminación de un enemigo político, tan más allá como recuperar las viejas formas expeditivas de la clandestinidad como modelo de funcionamiento en un partido que no está muy acostumbrado a tanta sangre. Quizás tenga que ver la cosa con un liderazgo que se tambalea y que quiere afirmarse con gestos que, sobre todo, buscan demostrar la ejemplaridad del castigo a la disidencia y la pródiga actitud con los bien mandados, una especie que ha proliferado más de la cuenta en la vida política de los últimos años.
Es posible, aunque lo dudo, que la jugada le salga bien al candidato. Más le vale, porque si no, la venganza será fina.
Allá por el año 73, un enviado malagueño de Alfonso Guerra, a la sazón y en el momento, omnipotente secretario de organización del PSOE, desmontó, guillotina en mano, la estructura del partido en la provincia de Granada por un quítame allá esas pajas en lo que a ordeno y mando se trataba y, tras el duro ejercicio de disciplina revolucionaria, tan de la época, hubo de pasar más de un año, en plena clandestinidad, para que el partido volviese a tener trece o catorce militantes de los que hoy, la verdad, quedan pocos. Esa historia, lógicamente, no la recuerdan más que los pocos supervivientes de aquel pequeño grupo que también recuerdan que, con el tiempo y con las nuevas formas más abiertas y democráticas que vinieron con la crisis del régimen y la llegada de las libertades, aquellas costumbres un poco caníbales de guillotinar oponentes pasaron al olvido.
Por eso, porque la Transición enseñó que se podían hacer las cosas con relativa elegancia y sin dejarlo todo perdido, la decisión de Pedro Sánchez de desmantelar la dirección del PSOE de la Comunidad de Madrid y cobrarse la cabeza de Tomás Gómez sin causa aparente que lo justifique, salvo algunas poco convincentes excusas, sabe y huele, no a batalla política, sino a llave inglesa en medio de una máquina que venía funcionando, con algunos achaques, pero funcionando. Y suena, además, a algo que está más allá de la simple eliminación de un enemigo político, tan más allá como recuperar las viejas formas expeditivas de la clandestinidad como modelo de funcionamiento en un partido que no está muy acostumbrado a tanta sangre. Quizás tenga que ver la cosa con un liderazgo que se tambalea y que quiere afirmarse con gestos que, sobre todo, buscan demostrar la ejemplaridad del castigo a la disidencia y la pródiga actitud con los bien mandados, una especie que ha proliferado más de la cuenta en la vida política de los últimos años.
Es posible, aunque lo dudo, que la jugada le salga bien al candidato. Más le vale, porque si no, la venganza será fina.
domingo, 8 de febrero de 2015
PROPUESTAS ELECTORALES
1PROPUESTAS ELECTORALES. CULTURA
- 1 - Hasta ahora se ha reivindicado y reconocido que la cultura es un derecho de los ciudadanos, a partir de ahora, hay que dar un paso más y entender que el papel de la Administración es el de, sobre todo, garantizar ese derecho.
- 2- Dentro de la cultura, el Patrimonio Histórico ocupa un papel de especial importancia porque es soporte de valores sociales imprescindibles en la sociedad; es soporte del pasado, de la memoria y de la identidad, proporciona disfrute, formación y conocimiento, aporta argumentos a la convivencia, a la diversidad, al respeto y a la paz y es, sobre todo y por encima de todo, garantía de futuro. Por eso la gestión de la cultura debe ser rigurosa, crítica, profesional, abierta, participativa y democrática.
- 3- Pero además la cultura y el patrimonio histórico son un recurso económico de importancia fundamental en una sociedad cada vez más vinculada a actividades económicas dedicadas al ocio. Como recurso económico la cultura y el patrimonio son un bien escaso y de evidente fragilidad. Su sobre explotación desde exclusivos mecanismos de mercado, vinculados sobre todo al turismo, conduce de forma inevitable a su manipulación, falsificación, empobrecimiento y destrucción.
- 4- La gestión de los recursos patrimoniales evitará, especialmente, poner en peligro su integridad y atenderá, fundamentalmente, a su protección, a su conservación y a desarrollar y potenciar los valores sociales a ellos asociados. No se entenderá su rentabilización o explotación económica sin atender a su rentabilidad social y a su protección.
- 5- Se reforzará el carácter público de los bienes patrimoniales, tanto los que son propiedad pública, como aquellos que la actual Ley define como bienes demaniales, resultado, fundamentalmente, de las excavaciones arqueológicas y de los hallazgos casuales. Desde este objetivo, es prioritario, recuperar como bienes públicos las inmatriculaciones de patrimonio histórico realizadas por la iglesia católica como la mezquita de Córdoba, o las donaciones de bienes públicos a entidades religiosas como el Hospital de san Juan de Dios de Granada.
- 6- Se definirán de forma precisa las obligaciones de la Administración respecto a los bienes patrimoniales declarados. En la actualidad la norma contempla de forma explícita las obligaciones de propietarios, pero deja sin definir las obligaciones de la propia Administración y su responsabilidad subsidiaria.
- 7- Las acciones de la Administración atenderán a objetivos definidos desde una planificación rigurosa, participativa y democrática. Desde este principio básico de gestión, se eliminarán las practicas destinadas a efectos propagandísticos, mediáticos, electoralistas, etc, en la gestión del Patrimonio Histórico y, sobre todo, en las inversiones en él realizadas.
- 8- En la consecución de estos objetivos, la Administración competente en materia de patrimonio histórico,
a) Se dotará de los recursos adecuados,
tanto financieros como técnicos y humanos para llevar a cabo sus funciones.
b) En cuanto a los recursos humanos, se
revisarán y reordenarán aquellos instrumentos genéricamente conocidos como "entes instrumentales" o “administración paralela” en especial la Agencia Andaluza de Instituciones
Culturales y el IAPH revisando los procesos de acceso y selección del personal
de los últimos años, así como sus objetivos, evitando en todo caso, el solape de funciones que se da en la actualidad.
c) En cuanto a los recursos financieros y
a los presupuestos deberán ser transparentes, públicos, provincializados y
desconcentrados no sólo en la gestión, sino también en la selección de
objetivos. Además se regirán por un principio básico de proporcionalidad,
distribución justa y solidaridad.
d) Establecerá los mecanismos necesarios de cooperación con otras
administraciones.
e) Establecerá las medidas fiscales
pertinentes, en el ámbito de su competencia, para potenciar la inversión
privada en materia de patrimonio. En especial en aquellos casos en los que las inversiones deviene en obligatorias derivadas del planeamiento de protección como son las actividades arqueológicas preventivas y que se desgravarán en la fiscalidad
autonómica.
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