2- La actual práctica de uso de espacios públicos por negocios de hostelería es, no sólo una insensatez y un despropósito, sino también un claro abuso. Es necesario y fundamental un compromiso claro con la ordenación de ese uso de una forma racional y transparente en la que se salvaguarden los derechos de los ciudadanos y se proporcione seguridad jurídica a los empresarios de la restauración. Dentro de ella y más en concreto, el uso de espacios públicos en el casco histórico es, cuanto menos, de dudosa legalidad. Los entornos de los bienes protegidos están perfectamente definidos en la Ley de Patrimonio y su uso debe ser informado por la administración competente. Esa necesidad debe concretarse en un ordenamiento que no quede a discreción de la autoridad, tal como hoy se plantea en las ordenanzas, sino que debe ser de riguroso cumplimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario