La última propuesta de hoy de reformar el Tribunal Constitucional para poder sancionar a Mas, hace aún más evidente la debilidad de Rajoy y su auténtico terror a una repuesta en las elecciones que pudiera entenderse como un plebiscito a favor de las tesis de la independencia en Cataluña.
Rajoy, que intentó pasar a la historia como el presidente que acabó con ETA y que no pudo porque se le adelantó Alfredo Pérez Rubalcaba, podría pasar a la historia realmente como el presidente con el que se inició la segregación del territorio catalán.